jueves, 11 de agosto de 2011

¡Cameron... otro que tal!

El primer ministro británico, David Cameron, simboliza estos dias el hombre político en su estilo más convencional. Como prueba, este ha reducido los levantamientos violentos que han sacudido a todas las grandes ciudades del Reino-"Unido" a  actos de delincuencia, unicamente de delincuencia. De hecho, es negar que la brutalidad de estos acontecimientos, en parte responde y traduce una frustración de cara a la élite británica. Una frustración nutrida por escándalos no tan lejanos, como el caso Murdoch y Scoland Yard, verdad?...No pasa nada, nos conformaremos con quedarnos con la falta de moralidad de estos"jovenes" enrabietados que se dedican al "shopping" salvaje, según la clase política británica: Explicación práctica y sobre todo ...sencilla. Los temas de la gestión del multiculturalismo, los recortes"salvajes" del gobierno de Cameron, la segregación urbana, el desempleo, etc....son evacuados alegremente: " ...No, no vimos nada venir". Las imágenes incesamente emitidas de los comercios pillados por encapuchados no pueden esconder otro fenómeno más profundo que poner a la luz esta terapia colectiva llamada consumismo. Nuestra actividad comercial es lo que nos asigna nuestro status social, por lo tanto, las tiendas, reconvertidas en "farmacias de lo social", llenas de medicamentos que nos curan de nuestras enfermedades de convivencia  en común: "To shop or not to shop...that is the cuestion".

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